La relación precio/beneficios muestra cuánto están dispuestos a pagar los inversores por cada dólar de los beneficios de una empresa. Se calcula como la relación entre el precio de mercado actual de una acción y el EPS.
Ejemplo. Supongamos que la acción de una empresa cotiza a 50 $ y su EPS en el último año fue de 5 $. En este caso, el P/E Ratio se calcula como:
P/E Ratio = ( Precio de la acción / EPS ) = 50 / 5 = 10.
- Un P/E Ratio bajo (inferior a 10) puede indicar que la acción está infravalorada o que la empresa tiene dificultades.
- Los valores del P/E Ratio entre 10 y 20 suelen considerarse niveles de valoración «normales» o «justos» para muchos sectores, especialmente en entornos económicos estables.
- Un P/E elevado (por encima de 20) puede indicar que una acción está sobrevalorada o que los inversores esperan un elevado crecimiento de los beneficios en el futuro. Las acciones del sector tecnológico suelen cotizar con un P/E elevado debido a las expectativas de los inversores en materia de crecimiento.
Hay que tener en cuenta que los valores de EPS «altos» y «bajos» pueden variar mucho según el sector, el tamaño de la empresa y el ciclo de vida.
Un P/E alto puede indicar que una acción está sobrevalorada o que los inversores esperan un elevado crecimiento de los beneficios en el futuro.
Otras métricas utilizadas por los inversores a la hora de analizar la rentabilidad de las acciones son el ROE (Return on Equity). La rentabilidad sobre recursos propios muestra la eficiencia con la que una empresa utiliza las inversiones de los accionistas para generar beneficios. El indicador se calcula como la relación entre los ingresos netos y los fondos propios. Un ROE elevado indica un uso eficiente del capital.
Los indicadores anteriores, así como otra serie de ratios, ayudan a los inversores a analizar las acciones desde distintos ángulos, como su rentabilidad, estabilidad financiera y perspectivas.